Arte azteca

Los aztecas invadieron el territorio de los toltecas a finales del siglo XVII y se instalaron en el valle de México, donde edificaron su capital, Tenochtitlán, en 1325. Hasta la colonización española (1525) extendieron su poder a través de una zona limitada por el Atlántico, el Pacífico y la actual Guatemala. Su religión tenía por fundamentos la guerra y los sacrificios humanos. Su arte, esencialmente religioso, evocaba de modo incesante la muerte.

Arte azteca arquitectura

La arquitectura azteca estuvo influida por la brillante civilización de Teotihuacan desarrollada en el valle de México durante el 1 milenio de nuestra era. Tenochtitlán, en el actual emplazamiento de la Ciudad de México, agrupaba templos y construcciones religiosas erigidas en torno a la gran pirámide dedicada a Tlaloc, señor de la tierra y dueño de las lluvias y a Huitzilipochtli, divinidad de la guerra y del sol. Pese a que el conjunto fue destruido por los conquistadores españoles quedan todavía algunas pirámides que nos dan idea de la maginificencia de las construcciones aztecas en especial de la llamada Temayuca (seguramente obra de los chichimecas) y en la que se superponen cinco pisos coronados por una plataforma que sostiene el santuario y que, además posee un cerco de serpiente en la base.

Arte azteca escultura

La escultura basada en una combinación de signos simbólicos y de elementos reales estilizados en una geometría de masas, traduce con fuerza la originalidad expresiva del genio azteca. Las estatuas de algunas divinidades (Coatlicue, diosa de la tierra y de la muerte; Xipe-Totec, “el que tiene atributos masculinos y es nuestro señor” dios de la primavera y de las cosechas, aunque también del sacrificio de desollamiento) inspiran terror e inquietud; en cambio otras, como la célebre “serpiente preciosa o con plumas”, es decir, Quetzalcoatl, símbolo de la unión del cielo y de la tierra, resultan más agradables. De cualquier modo, las obras de arte azteca más impresionantes son los enormes monolitos esculpidos, como la piedra del sacrificio de Tizoc, el gran calendario (bloque de pórfido de casi cuatro metros de diámetro, adornado con el sol rodeado por las cuantro edades del mundo y por las divisiones del año, conjunto que constituye una especie de resumen de la cosmografía azteca) y, entre muchas otras estatuas de divinidades gesticulantes y terroríficas, la famosa estatua de Coatlicue (Museo de México). Hay que destacar asimismo los objetos de cerámica, las máscaras y los adornos tallados en piedras raras, como el cráneo humano en cristal de roca (Museo del hombre de París). La talla en madera se ha producido algunas obras maestras, en especial los tambores llamados tepomatzli y los llamados huehuetl.

estatua-de-Coatlicue
estatua de Coatlicue

Cerámica azteca

La cerámica azteca es notable sobre todo por su abundancia, ya que en lo artístico sólo se limita a repetir lo que crearon los mixtecas (a los que habían sometido durante las invasiones). Gran número de estatuillas representaban a los dioses principales: Quetzalcoatl, Xipe-Totec, Chachiuhtlicue, Xochiquetzal, etc. Durante el siglo XVI diversas escuelas produjeron manuscritos, de los que se han conservado algunos, llamados códices.
Para los aztecas, que carecían de lengua escrita, la significación prevalecía sobre el efecto artístico; cada imagen era conceptual, puesto que la pintura era una forma de escritura comparable, en cierto modo, a los jeroglíficos egipcios, aunque, desde luego, mucho menos compleja. El sistema plástico se basaba, por tanto, en una estilización formal que asociaba a colores lisos líneas negras que engendraban las formas. Tras la conquista española, la pintura sobrevivió durante algunos años, pero ya muy marcada por los gustos europeos. (códice mendocino).

1 comentario en "Arte azteca"

  1. El arte azteca en sus diferentes expresiones siempre cautiva. Tienes mas informacion para turistas?

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