Cerámica de Teotihuacán

En todas las culturas, especialmente las que ya no están como las precolmbinas el estudio de las formas, los materiales y las técnicas de la manufactura cerámica han revelado la secuencia del cambio y la transformación en los hábitos de vida de los pueblos y el desarrollo material de determinado sitio, ocurrido a través del tiempo. El estudio revela, a su vez, la utilidad práctica o ritual de las vasijas, así como las relciones e influencia (por sus formas y técnicas) con otros grupos contemporáneos y la herencia legada a grupos posteriores.

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En cuanto a los aspectos utilitarios o ceremoniales de la variada tipología cerámica se pueden distinguir la ubicación de sitios locales y foráneos para la extracción de barro, la procedencia de los elementos que se mezclan al mismo, la temperatura de cocción, el tamaño y la forma de las vasijas, y sobre todo comprobar los lugares a donde exportaban los productos elaborados y la procedencia de objetos de cerámica importados de otras zonas relacionadas culturalmente.
Dentro de la misma área urbana se han encontrado talleres dedicados a la producción de cerámica muy cercanos a las minas donde se extraía el barro. También en algunos otros talleres se elaboraba un tipo de cerámica manufacturada con un barro muy fino, procedente de minas que se encuentran a más de 200 km hacia el este.Este tipo d cerámica (naranja delgado) se convirtió en símbolo de prestigio y elegancia entre sus poseedores, tanto en Toetihuacán como en diferentes sitios a donde se exportaba.
Entre la variada producción de cerámica hay escudillas planas o trípodes que tienen desde un pequeño soporte tipo boton hasta patas huecas que representan las almenas de los templos en posición invertida.
La cerámica teotihuacana se distingue por su belleza y buena manufactura desde 200 años antes de la era cristiana, especialmente por la forma, el acabado y la decoración, entre los cuales destaca la pintura (engobe) negativa, bicroma y policroma. Una de als técnicas distintivas de Teotihuacán se manifiesta en la fabricación de los braseros-urna funeraria, con su distintiva decoración de pastillaje, consiste en pequeñas placas de barro hechas en molde con figuras de plantas, animales y motivos abstracto-simbólicos que se adosaban al cuerpo básico de la urna del secado, lo cual permitía una gran producción en serie.
Otra modalidad de la deocración cerámica que abunda en Teotihuacán son las vasijas recubiertas por una capa de carbonato de calcio, decorada con motivos pintados en brillantes colores, al estilo de la pintura mural, comúnmente llamada “al fresco”.
Teotihuacán se distingue también por la esterilización de las figurillas antropomorfas cuyos cambios determinan el período en que fueron elaboradas. las del primer período son pequeñas figurillas sólidas y delgadas, evidentemente prognáticas y con rasgos faciales muy marcados en el barro, los cuales, con el paso del tiempo, se fueron refinando y adquiriendo tantos detalles, que ya en la fase Tlamimilolpa, se les llama figurillas-retrato. Curiosamente en los períodos antes descritos las figurillas se encuentran desnudas, sin elementos que identifiquen su sexo.
En los siguientes períodos las figurillas fueron hechas en parejas de moldes; se produjeron piezas huecas utilizables como silbatos que, en contraste con las anteriores, se encuentran elegantemente vestidas y con adornos en la cabeza.

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