Hotel de Lauzun

Entre las mansiones que han conservado sus decoraciones en París, la de Lauzun, o Pimodan, se encuentra entre las más famosas. Sus boiseries de mediados del siglo XVII son representativos de la riqueza de algunas familias nobles francesas. Fue construido en 1657 por el arquitecto Louis Le Vau. Actualmente es propiedad de la Ciudad de París y no está abierta al público en general. Las fotografías están estrictamente prohibidas, incluso en el patio.
La casa fue construida para Charles de Groyn, que tenía altas responsabilidades en el ejército, y estaba cerca de Fouquet; como este último, apeló alrededor de 1650 a los mejores arquitectos y pintores de su tiempo, especialmente Louis Le Vau y Charles Le Brun. Apenas finalizó su construcción fue vendido  al Conde Lauzun. Antes de poder disfrutar de la casa fue encarcelado por Luis XIV durante diez años por insultar al rey.
Durante un tiempo Charles Baudelaire y Theophile Gautier vivieron aquí. Y fue aquí donde ellos y otros formaron su Haschichin Club donde hicieron sus experimentos con la droga. También fue en esta casa donde Baudelaire escribió los primeros poemas de Las flores del mal. Más recientemente, la Ciudad de París realizó una restauración del edificio.

Arquitectura del Hotel de Lazun

El exterior está marcado por su gran sobriedad, sin embargo, mitigado por elementos de herrería que anuncia el esplendor del interior, incluido el balcón que señala el noble suelo soportado por consolas en forma de volutas. Las cunetas, con sus monstruos marinos, son bastante sorprendentes. El patio tiene una pared de zorro (perforada con bahías ciegas) para superar la presencia de una fiesta y mantener una apariencia de simetría dentro de ella.

La escalera es recta, rodeando un vacío central que le da una cierta escala y mejora la composición del techo. Este tipo de escalera, actual en París, proviene del sur de Francia y España. Es una reconstrucción porque la construcción original fue profundamente modificada en el siglo diecinueve, y confirió espacio desde la parte superior de la escalera, en el piso noble, hasta un comedor. Las balaustradas de piedra, con sus capiteles corintios invertidos y el entrecruzamiento de las columnas, son de cierto manierismo.

Desde la parte superior de las escaleras, puede acceder a la antecámara, que forma la primera de las cuatro salas que constituyen la enfilada que da a la calle y al Sena, es decir, donde deben estar las habitaciones más importantes de la mansión. Dada la estrechez de la fachada, las puertas que materializan esta enfilada, para acentuar el efecto de la perspectiva, se vuelven cada vez menos elevadas según el rumbo.

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