La decoración japonesa

En la decoración japonesa se comprueban numerosos ejemplos de un naturalismo convencional: los elementos tornados de la naturaleza se estilizan y repiten hasta el infinito.
Entre los elementos decorativos que se emplean con más frecuencia, citaremos en primer lugar las nubes y las olas, expresión simbólica de la vida y la muerte. Las nubes se ejecutan casi siempre a la manera china. En cuanto a las olas, las estilización es moderada, como en el tiempo de Chion-In en Kioto, o por el contrario es excesiva y parece un desafío al sentido común, como en el mausoleo de Iyemitsu, en Nikko. Los elementos geométricos son bastante numerosos. Destaquemos particularmente el rayado a cuadros romboidal, los floreones sobre un fondo de hexágonos de los que encontramosun ejemplo sobre una de las puertas del templo de Nikko, y también un motivo que se observa con frecuencia; los semicírculos superpuestos en forma de escamas de peces. Son igualmente ricas y numerosas las imitaciones de trabajos de cestería. Las flores que los artistas japoneses reproducen con más gusto son las de cerezo, ciruelo, crisantemo y paulonia, pero estas últimas solamente en el siglo XVIII. A menudo, el follaje es muy estilizado, sobre todo en las esculturas sobre madera. Por lo general, las columnas no tienen capiteles pero hay exepciones, tales como la del mausoleo de Iyemitsu, en Nikko, en donde están provistas de un capitel y de una basa que recuerdan el orden papiriforme egipcio en la época del Imperio Antiguo. el fuste de éstas columnas estápintado de rosa, y el capitel y la base son dorados.

Decoración de la puerta de Karon, Castillo de Nijo.

El diseño de interiores estilo japonés tradicional. Los japoneses que tienen amor por las bellas esencias de madera, no admiten la costumbre europea de pintarla. Ello no obstante, a menudo han recubierto parcialmente las maderas de los edificios públicos con metales preciosos, como el techo del templo de Toshogu, en Nikko, donde los cruces de los compartimientos están cubiertos por un revestimiento metálico.
En la mayor parte de las grandes salas de cornisas descansan sobre un sistema de repisas superpuestas; este es, en síntesis el mismo principio que se aplica en las fachadas.
Las decoraciones interiores más antiguas japonesas consisten en pinturas de tono rojo o amarillo ocre, pero pronto se emplearon el oro bruñido y las lacas negras y rojas.

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