Monasterio San Juan de los Reyes

Esta maravilla de la arquitectura gótica es, en su género gótico florido, de lo mejor el mundo. Pensemos en la gloria del artista que arrancara al genio esta maravilla y pronunciemos con emoción el nombre del arquitecto Juan Guas que duerme el sueño eterno en una oscurísima capilla de la iglesia de San Justo, detrás de la Catedral de Toledo.

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Vista del Claustro.

Y no olvidemos tampoco que fueron los Reyes Católicos quienes costearon el monumental edificio en memoria de su triunfo en la batalla de Toro, año 1476, y con intención de ser enterrados en él, lo cual nunca ocurrión; están en Granada.

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Pero si a este soberbio edificio no le cupo la gloria de guardar el último sueño de aquellos soberanos, en cambio puede vanagloriarse de que el primer novio de su convento fue el célebre Cardenal Cisneros, Regente del Reinado, Conquistador de Orán, fundador de la Capilla Mozárabe de la Catedral, fundador de la Universidad de Alcalá, confesor de la Reina, a la cual siguió al sepulcro en 1517, trece años después del fallecimiento de la Católica Soberana, un siglo antes que Cervantes y el Greco.

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Para asociar la gloria del arte a las gestas de la Historia, a lo largo del edificio cuelgan unas pesadas cadenas. Si ellas puediesen hablar, nos contarían los sufrimientos de los cautivos cristianos en poder de los moros, que las arrastraban dolorosamente durante su horrble cautiverio. Nos dirían el grito de júbilo de esos infelices cuando rescatados por los Reyes Católicos pudieron saludar la libertad.
Estamos en la Iglesia cuya portada es de Alonso de Covarrubias, siglo XVI.
Es imposible describir, tal como es, la soberana belleza de los pilares, cuajados de bellísimos ornatos; de las repisas, que van aumentando su vuelo hast arecibir dos elegantísimas tribunas, de calados antepechos; las tribunas de los Reyes Católicos. en su frente se leen las iniciales, enlazadas de los regios esposos.
Y aquellos pilares continúan, aunque menos adornados, hasta rematar, como sus compañeros de enfrente, en una especie de caprichoso capitel, compuesto de hojas y cabezas. Sobre estos pilares se forman unos arcos grandes, fuertes, esbeltos que reciben en anillo horizontal donde descansa la gran bóveda, repartidora generosa de la luz.
Y luego unos magníficos escudos, agarrados por águilas enormes y hojas, flores y filigranas, en fin.

Claustro de San Juan de los Reyes

Si bella es la Iglesia, el Claustro lo es todavía más. Aquí si que el alma tiene que descubrirse ante la memoria del genio que creó sta maravilla. Porque el Claustro de San Juan de los Reyes es considerado como modelo universal del estilo gótico florido, del gótico que agonizaba asombrando con sus portentosas filigranas. En ninguna Escuela de Arte del mundo faltan como modelo inimitable fotografías de este Claustro.
Al entrar, y por la izquierda, empieza la magnífica escalera plateresca que construyó Covarrubias, y que conduce al Claustro alto.
Entramos en el de abajo y nuestra primera impresión es de estupor ante tanta maravilla en piedra blanca.
Los pilares están adornados con exquisitas labores, adornos de follaje, bichos, animales grotescos y otros mil caprichos de talla, ejecutados con un aperfección insuperable, con una maestría singular. En cada pila hay una estatua admirablemente trabajada y de un tamaño real casi natural. Estos pilares tienen hermosísimos capiteles. A la altura de esos capiteles corre un friso que es un primor. Cada uno de los cuatro muros interiores de la galería tiene cinco grandísimas ventanas góticas, con preciosos calados en la misma piedra. Esas ventanas miran a un patio lleno de verdor. Son las cuatro galerías un lujosísimo marco a ese roncón de la naturaleza, tan melancólico, tan evocador.
El Claustro alto está exactamente encima del que estamos describiendo y tiene un artesonado bellísimo.

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