Protección contra rayos de edificios sostenibles

Los edificios sostenibles se integra en el entorno de manera armónica, no contaminan, ahorran energía y están construidos con materiales sostenibles. Además deben ser capaces de responder ante diveras amenazas dle ambiente que pueden destruirlo o dañar la vida de quienes habitan la edificación.

pararayosEste tipo de edificios no escatiman en tecnología, y sus mecanismos son muy fiables. Al observar las medidas de protección contra los rayos durante una tormenta eléctrica podemos ver como estos edificios tienen algunos puntos que varían entre ellos. Cuando un rayo impacta en un edificio genera una serie de pulsos electromagnéticos que pueden llegar a ser muy perjudiciales para cualquier ser humano. A día de hoy se están estudiando estas corrientes eléctricas de baja frecuencia, pues pueden afectar directamente a los seres humanos, concretamente al sistema nervioso. Existen dos tipos de pararrayos, los que acaban en una sola terminación o los que tienen varias, su propósito es el de captar cualquier rayo que pueda caer en la zona para evitar daños mayores, pero al hacerlo generan una contaminación electroestática y electromagnética en el lugar, por este motivo es recomendable tomar ciertas precauciones para reducir los posibles daños que esto genere.

El único propósito de un pararrayos es evitar que un rayo pueda llegar a la zona habitada de un edificio, para lograr esto cuando un rayo cae sobre el pararrayos este transmite el flujo de corriente por su interior entre el ánodo y el cátodo, logrando así que no ocurran interferencias en la radiofrecuencia. Todo esto es posible gracias a la tecnología CTS y a la seguridad que la misma nos ofrece, pues los pararrayos tradicionales no son lo suficientemente seguros.

Un pararrayos está formado, por lo general, de una barra de acero acabada en una punta de cobre y se instala en la zona más alta de la estructura. Esta barra de acero está conectada al suelo utilizando un cable, a esto se le llama toma de tierra, y suele acabar en unas placas enterradas bajo el edificio o en unos tubos que acaban en un pozo de agua. Teóricamente, el espacio que protege un pararrayos es el mismo que hay desde el suelo hasta el propio pararrayos, de esta forma se evita que los rayos puedan ocasionar daños a personas, arboles u otras edificaciones.