Schloss Schleissheim y Schloss Lustheim

La larga fachada blanca del Schloss Schleissheim fue construida a escala para rivalizar con el Palacio de Versalles y se refleja en un amplio y redondo estanque artificial. Max Emmanuel, el gran elector, lo encargó  en 1701 al arquitecto italiano Zuccalli. Durante la guerra de Sucesión española el elector fue derrotado en la batalla de Höchstädt y huyó a Francia, de modo que el trabajo en su Schloss se interrumpió desde 1704 a 1719. El edificio fue finalmente completado por el arquitecto bávaro Joseph Effner en 1725.
Otros famosos maestros aumentaron su gloria, particularmente Ignaz Günther que creó el pórtico oriental en 1763 y Johann Baptist Zimmermann que estucó el Salón Festival y la magnífica escalera. El primero tiene un fresco en el techo del italiano Jacopo Amigoni, que representa las hazañas de Eneas y el techo de la escalera otro de Cosmas Damien Asam que también decoró la capilla del elector, con escenas de la vida de San Maximiliano.

Schloss Schleissheim

El Schloss es un perfecto escenario natural para las obras de arte barroco que se exponen y entre los que se incluyen pinturas de otros países, la mayoría de ellas italianas, pertenencientes a las colecciones del Museo Nacional de Baviera.
El Schloss Schleissheim es conocido como el Neues Schloss (Nuevo) para distinguirlo del renacentista Altes Schloss (Viejo) construido a principios del siglo XVII para el duque Maximilian I por el arquitecto Heinrich Schön y decorado por Peter Candid. Hoy sirve como galería dedicada al año cristiano y al arte popular religioso de todo el mundo.
En el extremo más alejado del parque que rodea el Schloss Schleissheim hay otro exquisito palacio, el Schloss Lustheim, construido en estilo barroco italiano por Enrico Zuccalli en 1684, con ocasión de la boda de Max Emanuel de Baviera con María Antonia, hija del emperador Leopoldo I. Contiene un salón de festival con una bóveda de espejos y frescos que representan a Diana la Cazadora, de Francesco Rosa, Johann Trubillio y Johann Gumpp. Una enorme pintura al óleo representa escenas de la vida de Max Emanuel.
En 1968, cuando el filántropo Ernst Schneider regaló su extraordinaria colección de porcelanas de Meissen al Estado, lo hizo bajo la condición de que las obras fueran expuestas en un palacio barroco. Su espléndido legado se expone aquí distribuido en 15 salas, con cerca de 2000 piezas, la mayoría de ellas de 1710 a 1800.

 

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