Castillo de Wartburg

En el Estado de Turingia, en la ciudad de Eisenach, el corazón de Alemania, se encuentra el Castillo de Wartburg que se erige sobre un precipicio de 410 metros de altura, en un entorno escarpado de montañas como una verdadera fortaleza medieval.
El Castillo de Wartburg se construyó en el año 1067 por Ludwig der Springer, bajo la orden del conde de Schauenburg. Aunque las primeras documentaciones históricas sobre el castillo son del año 1080.

Castillo de Wartburg
Los estilos arquitectónicos del Castillo de Wartburg tiene que ver con varias reconstrucciones realizadas a lo largo de los siglos. Wartburg tiene características propias del románico, renacentista y gótico. Además, en el siglo XIX se erigió el edificio central de estilo historicista.
Todas las reconstrucciones se han edificado encima de los restos de otras zonas más antiguas. En el año 1155 se construyó el edificio principal y el más grande de los existentes; la Palas, un palacio románico con un impresionante nivel arquitectónico. Esta parte del Castillo de Wartburg se conserva en su estado original, siendo la parte más histórica del castillo.
En el año 1317 el castillo de Wartburg sufrió un devastador incendio. Tras este incendio, se construyó la torre sur y se incluyó la nueva capilla en la Palas. Un año después se edificó la torre Meridional, la única que se conserva del castillo medieval.

Castillo de Wartburg2
Desde 1850 hasta 1860 se construyó un nuevo complejo de edificio de estilo historicista. En la parte superior de él, se edificó la torre principal aprovechando los cimientos de la fortaleza medieval, siendo la más alta del castillo. Es la zona más alta del castillo. En lo alto se corona una cruz de 3 metros de altura.
Tras cruzar la torre de entrada encontramos un patio exterior. Seguidamente aparece el patio inferior con la torre del homenaje como su principal característica, después el palacio y finalmente la casa de baños que se construyó en el año 1889 y es el único recuerdo medieval que yace en los terrenos del castillo de Wartburg.
En la década de los 50, el Castillo de Wartburg sufrió de nueva una renovación en el interior sobre un estilo románico.
Para acceder al castillo debemos cruzar el puente levadizo, siendo éste su único acceso. Este puente se ha conservado en su estado original a lo largo de los siglos de existencia.
El castillo Wartburg sirvió de inspiración para la construcción del Castillo Neuschawanstein. Son muchas las similitudes que podemos observar en ambas fortalezas.

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