Edificio del diario Crítica

El edificio del diario Crítica se encuentra en Av. de Mayo 1333, de la ciudad de Buenos Aires.
El diario Crítica fue un periódico argentino publicado en Buenos Aires. Fue fundado por el periodista uruguayo Natalio Botana el 15 de septiembre de 1913. El diario tenía un tono sensacionalista y en cuanto a posición político-social, Crítica estaba del lado de los conservadores. Llegó a ser uno de los más vendidos del país con 900.000 unidades diarias vendidas. Dejó de editarse en 1962. En la actualidad, este edificio pertenece al Estado Nacional.
El edificio del diario Crítica fue testigo de numerosos hechos clave de la Argentina y fue visitado por personas muy importantes de la vida social, cultural y política de la Argentina.

Arriba de la antena tenía una sirena.

El edificio tiene unas esculturas verticales estilo griego clásico imponentes en su fachada, que acentúan el estilo neoclásico de su arquitectura.

Estilo arquitectónico y construcción

Además de tener un frente imponente sobre Av. de Mayo, el edificio tiene salida por Av. Rivadavia. En esa época Av. de Mayo era la avenida de los diarios. Además de Crítica tenían sus edificios: La Razón, La Prensa (donde hoy está el Ministerio de Cultura) y cerca de la calle Florida, La Nación.
El edificio del diario Crítica es Art Decó que hizo furor a principios del siglo XX.  Fue proyectado por el arquitecto Andrés Kalnay, se inauguró en 1926. Desde 1973, el edificio funciona como sede de la Superintendencia de Administración de la Policía Federal Argentina.

Es la ventana de la oficina de Botana, en el primer piso, jerarquizada por sobre el resto del edificio.

Botana contactó a los arquitectos húngaros Andrés y Jorge Kálnay, quienes en 1926 proyectaron el nuevo edificio. Según algunas fuentes, la obra habría sido en su mayoría diseñada por Jorge, siendo de Andrés sólo los ornamentos y decoración de la fachada.
Aunque Botana rápidamente justificó el lujoso edificio como “un palacio para el pueblo”, no dejó de tratarse de una excepcional sede con todos los adelantos para la época y algunos detalles extravagantes, como una sala de armas para su dueño y director.? En el sótano estaban las maquinarias y rotativas, en el primer piso la oficina del Directorio, en el segundo el despacho del Botana, el salón de actos, la biblioteca y el archivo de Crítica; en el tercer piso la redacción, en el cuarto los grabadores y la administración y en el quinto los talleres. Además, el edificio tenía una serie de consultorios médicos y jurídicos de atención libre, a los cuales se accedía por la entrada posterior en la calle Rivadavia.


En cuanto a su estilo, el edificio del diario Crítica fue una de las primeras piezas de art decó porteño, y una de las más destacadas junto con las del arquitecto Alejandro Virasoro. Este nuevo movimiento se había gestado en París en 1925, y un año después ya los hermanos Kálnay lo aplicaban a la sede del diario.? Jorge Kálnay fue un gran interesado en la cultura y arte precolombinos, y los aplicó al diseño de la sede de Crítica, decorando los pisos con ilustraciones del calendario azteca, y las ventanas con vitrales de motivos solares. La oficina de Botana aparece jerarquizada en la fachada, ya que está retirada del frente, ornamentada con motivos botánicos que aluden al árbol del periodismo, y sus frutos y custodiada por cuatro estatuas.
Otro detalle notable del edificio de Crítica fueron sus puertas corredizas de bronce, de gran grosor, que permitieron salvar al personal del diario en oportunidades de manifestaciones violentas que intentaron atacar la sede.

Breve historia del diario Crítica y su edificio

El diario Crítica fue fundado por el uruguayo Natalio Botana. Primero tuvo su sede en la calle Sarmiento y luego Botana consiguió los fondos para construir este edificio en un terreno descampado en 1926. Botana tomó el estilo de prensa popular de la época que imponían Pulitzer y Hearst, con tintes sensacionalistas y amarillistas para sus noticias. Gracias al éxito de sus tiradas, se codeó con lo más alto de la política nacional.

Interior del edificio del diario Crítica.

Según comentó a Arkiplus.com Leonardo Busquet, periodista y apasionado de la historia de Crítica, el famoso 7 de Octubre de 1945 una manifestación nacionalista en contra del General Juan D. Perón atravesó Av. de Mayo. Justo cuando pasaba por el edificio del diario Crítica, un disparo acabó con la vida del joven llamado Darwin Pasaponti, militante de la Federación Juvenil Nacionalista. Se cree que el disparo salió de adentro del edificio del diario Crítica. Botana en ese momento apoyaba a Perón como figura en contra de la década infame. Más adelante Pasaponti fue reconocido como mártir  por el movimiento Tacuara y otros movimientos nacionalistas.
En el primero piso se encontraba el despacho de Botana y asegura Busquet que la Policía Federal lo mantiene con los mismos muebles y decoración que tenía el director del diario en su época.

De las ventanas de la calle, hoy cubiertas, se podía ver las rotativas del diario mientras lo estaban imprimiendo.

Otros hitos que marcaron la historia de Crítica y de su edificio fue que era común ver multitudes agolpadas en los ventanales mirando las rotativas desde la calle. Los talleres del diario estaban en el subsuelo. Botana había traído nuevas rotativas desde Alemania para imprimir y todos querían ver cómo se “hacía el diario”. Antes de salir la tirada del día, los empleados de Botana ponían placas en los ventanales con las últimas noticias.

La sirena del diario Crítica

En lo más alto del edificio del diario Crítica, arriba de la antena, había una sirena que sonaba ante los hechos más importantes mundiales y locales. Al finalizar la IIº Guerra Mundial, la sirena del diario Crítica sonó para avisar del fin del conflicto. También sonó la sirena de Crítica cuando el boxeador Firpo, tira del ring al norteamericano Dempsey en una pelea que unos asaltos más adelante, le robaron a Firpo.

Hombres notables que pasaron por  el edificio del diario Crítica

Numerosos militares, intelectuales, políticos pasaron por el edificio del diario Crítica y el despacho de Botana. El suplemento cultural del diario Crítica lo editaba nada menos que Jorge Luis Borges. Pablo Neruda, quien fue cónsul chileno en Argentina pasó por Crítica. De políticos: Agustín P. Justo, Hipólito Yrigoyen, Marcelo T. de Alvear y numerosos socialista, radicales, entre otros.
En cuanto a intelectuales y hombres de la cultura pasaron por el edificio de Crítica: Roberto Arlt, Raúl González Tuñón (poeta) quien fue a cubrir la pelea Firpo-Dempsey a Estados Unidos y la Guerra civil española. También escribieron para Crítica, Conrado Nalé Roxlo, Hipólito Jesús Paz (diplomático) y Roberto Tálice, periodista, autor teatral, quien presidió durante años Argentores.

 

Agradecimientos: Leonardo Busquet, quien nos contó gran parte de la información que aparece en este artículo.

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