Heinrich Thyssen-Bornemisza

Retrato del Quattrocento italiano pintado por Ghirlandaio en 1488, quien retrata a Giovanna Tornabuoni, una joven de la nobleza florentina que murió dando a luz en 1488.

Uno de los coleccionistas de arte más importante de la historia cuya colección única forma parte del Museo Thyssen de Madrid. El Barón Thyssen Bornemisza fue un hábil empresario industrial que empezó explotando una mina de carbón y acabó fundando numerosas empresas entre ellas la fábrica de ascensores Thyssen. Hizo su fortuna en Alemania a principios de siglo XX. Cuando las dos guerras mundiales los aristócratas europeos se fueron desprendiendo de obras de arte fabulosas y el Barón Thyssen las compró a lo largo de varios años a precios muy bajos por la crisis económica que cundía en Europa en ese momento.
La colección privada de arte Thyssen, es una de las más importantes del mundo contando con cientos de obras de un valor incalculable.
Entre muchos cuadros de la colección Thyssen se encuentran trabajos de: El Greco, Durero, Canaletto, Bigordi, Carpaccio, Rubens, Caravaggio, Hals, Degas, Manet, Fragonard, Gaugin, van Gogh, Cézanne, Sargent, Derain, Picasso, Dalí, Beckmann, Hopper, Tiepolo, Grosz, entre muchísimos más.



 

Biografía de Heinrich Thyssen

El hijo menor de August Thyssen (1842 – 1926) y Hedwig Pelzer (1854 – 1940) estudia química, física y mineralogía en Munich, Berlín, Bonn y Heidelberg, donde obtiene un doctorado en química en 1900.
Después de su matrimonio con la baronesa húngara Margareta Bornemisza (1887 – 1971) es adoptado por su suegro que no tiene herederos varones. En 1907, Franz Joseph I, emperador de Austria y rey ??de Hungría, otorga a Heinrich Thyssen y sus descendientes el derecho de adoptar el nombre y el escudo de armas de Bornemisza de Kászon y llevar el título de barón. Heinrich Thyssen-Bornemisza (1875-1947) mantiene su ciudadanía húngara hasta su muerte en 1947, pero en las décadas de 1920 y 1930 actúa de manera intermitente como ciudadano alemán. El matrimonio tiene cuatro hijos, uno de ellos Hans Heinrich (ca. 1921).

Caravaggio se caracteriza por su trabajo de la luz y sus claroscuros, patentes en este retrato de Santa Catalina de Alejandría. 1598-1599.

Después de la Primera Guerra Mundial, Heinrich Thyssen-Bornemisza huye de Austria y se muda con su familia a La Haya, donde se convierte en jefe de los intereses extranjeros de Thyssen, el más importante de los cuales ahora es el Banco para Handel en Scheepvaart.
Heinrich Thyssen-Bornemisza evita los negocios comerciales, razón por la cual después de la muerte de su padre en 1926, se niega a invertir su herencia en el fideicomiso de nueva creación Vereinigte Stahlwerke AG. Como resultado, los activos industriales de August Thyssen se dividen entre sus hijos Fritz y Heinrich. Heinrich Thyssen-Bornemisza hereda los activos que no deben transferirse a Vereinigte Stahlwerke AG, en particular las compañías holandesas de banca, comercio y transporte, junto con algunas empresas alemanas (August Thyssen-Bank AG, Preß- und Walzwerk AG, Thyssensche Gas- und Wasserwerke GmbH y otros) que inicialmente agrupó en la compañía August Thyssen’sche Unternehmung des In- und Auslandes GmbH. La mayoría de las firmas se combinan más tarde en un grupo corporativo independiente Thyssen-Bornemisza, que en las siguientes décadas se convierte en una sociedad en su mayoría internacional para una serie de actividades industriales y de servicios diversificadas.
Heinrich Thyssen-Bornemisza, exitoso pero deliberadamente anónimo como empresario, gana reconocimiento internacional como coleccionista y expero en arte. En la década de 1920, Heinrich Thyssen-Bornemisza reúne una impresionante colección de pinturas europeas desde el siglo XIV hasta el siglo XIX de la más alta calidad. En 1932, compra y se muda a la Villa Favorita en Castagnola-Lugano, donde instala una amplia galería para albergar su colección de arte. Después de su muerte en 1947, su hijo Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza abre la galería al público.

Barón Heinrich Thyssen-Bornemisza en Villa Favorita, su residencia en Lugano, en 1932. Pongamos atención a lo que tenía en el salón para decorar: La Cata de Caravaggio, ‘La muerte de Jacinto’ de Tiepolo, un Bassano y el San Sebastián de Bernini.

Obra del gran escultor barroco Bernini
El mártir del cristianismo, San Sebastián de Bernini (1616-1617)

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