Leon Battista Alberti

El teórico del arte, arquitecto, escritor y diplomático italiano Leon Battista Alberti (1404-1472) probablemente nació en Génova. Era hijo ilegítimo del florentino Lorenzo Alberti, que se había exiliado en 1401. Recibió una educación humanista de parte de Gasparino de Barzizza (1359-1431) en Padua, estudió derecho en la Universidad de Bolonia y entró en órdenes menores y llegó a ser funcionario papal. Leon Battista Alberti permaneció en este servicio durante la mayor parte de su vida; aunque vivió principalmente en Roma, sus deberes le llevaron a numerosas ciudades italianos e incluso hasta los Países bajos. A lo largo de su vida, Alberti escribió obras de teatro, ensayos filosóficos, tratados y cartas sobre una gran variedad de temas. Entre los años 1434 y 1436 estuvo en Florencia, que, según parece, consideró siempre su hogar (a pesar de su vida cosmopolita) y durante este período empezó a manifestarse su interés por las artes visuales.

Autoretrato

El tratado Della Statua (Sobre la escultura) de fecha desconocida, fue probablemente, su primera obra en este campo. En ella, Alberti, recomienda al escultor que se guíe tanto por la observación de la naturaleza como por el estudio académico, con conocimientos de la teoría de las proporciones.
También contiene la primera definición conocida de la escultura como un proceso aditivo (el modelado) o substractivo (la talla).
Su segundo tratado, más famoso y ambicioso, Della Pintura (Sobre la pintura) fue escrito en latín en 1435 y se tradujo al italiano al año siguiente. Dividido en tres libros, describe la técnica de perspectiva basada en un único punto de vista, la teoría de las proporciones humanas, la composición y el uso del color, y estudia la naturaleza de la belleza y el comportamiento apropiado de un artista. Cuando se compara con tratados anteriores, Della Pintura resulta ser una obra fundamental, ya que es el primer tratado renacentista sobre el arte. Aunque en parte es una utopía humanista repleta de referencias clásicas, es también un manual de trabajo. Como demuestran la dedicatoria de la obra a Brunelleschi y las referencias de Alberti a Massaccio, Donatello, Luca della Robia y Ghiberti, el libro es una codificación de la práctica artística florentina de aquel momento.
En ciertos aspectos, especialmente en sus observaciones sobre la perspectiva aérea, la teoría del Alberti se adelantó al arte de sus contemporáneos. Su afirmación, al principio del primer tomo, de que debía ser juzgado más como un pintor que como un matemático es la única prueba que tenemos de que Albert fue pintor. Aunque no se ha conseguido identificar ninguna obra suya, no hay razón para dudar de su afirmación. Parece ser que Alberti empezó a dedicarse a la arquitectura a partir de 1440. Su tratado De Re Aedificatori (Sobre la arquitectura) prácticamente fue terminado en 1452. Apoyándose en una lectura crítica de Vitruvio y demostrando un conocimiento absoluto de las obras clásicas, formuló la primera teoría coherente desde la antigüedad de la utilización de los cinco órdenes, relacionando el orden elegido con el destino del edificio. También formuló una teoría lúcida de la belleza arquitectónica, la cual depende, según Alberti, de la relación armónica entre ciertas proporciones fijas, mitigada por elementos decorativos. Este libro es el primer tratado completo de arquitectura del Renacimiento por lo que en muchos aspectos resulta comparable al anterior Della Pintura, pero fue un trabajo de investigación más original y ejerció más influencia.
Parece ser que por estos años Alberti fue nombrado consejero de urbanística del Papa y conservador oficial de ruinas clásicas. Su primer encargo arquitectónico fue el Templo malatestiano. Poco después se le encargó a Alberti completar la fachada de la iglesia de Santa María Novella en Florencia.
Los últimos dos proyectos de iglesias ejecutados por Alberti eran de nueva planta y fueron encargados por Ludovico Gonzaga señor de Mantua. El primero, la iglesia de San Sebastián se empezó a construir en 1460 pero nunca se llegó a terminar. Se concibió como un cubo central coronado por una enorme bóveda y encerrado en una cruz griega.


Tres brazos terminaban en ábsides, y el cuarto terminaba en una fachada con entablamento partido y frontón.
El cuerpo principal se eleva formando una cripta, la cual da un extraño carácter a la fachada. Probablemente, ésa habría sido enmascarada por una gran escalinata que uniera la fachada con el nivel de la calle, pero nunca se llegó a construir.
La segunda iglesia, la Iglesia de San Andrés de Mantua, se empezó a edificar en 1470 y se completó siguiendo el proyecto de Alberti, tras la muerte de éste.

Iglesia de San Andrés de Mantua

Con planta de cruz latina, la iglesia estaba coronada por una gran bóveda de medio cañón artesonada. Este artesonado se repite en las capillas laterales, en el atrio de entrada que domina la fachada principal y sus columnas gigantescas. Ambas iglesias tiene un diseño muy poco convencional, aunque revelan una deliberada aplicación de la teoría de la proporción y el empleo de numerosos elementos de la antigüedad estrechamente relacionados con las teorías expresadas en De Re Aedificatori.
Además de esta sobras, Alberti diseñó el Palazzo Rucellai y la pequeña capilla del Santo Sepulcro (Capilla Rucellai) en la iglesia adyacente de San Pancracio. En conjunto su obra no es muy numerosa pero sí muy significativa. Con su indiscutible conocimiento de la antigüedad clásica, Alberti logró transcender sus modelos. Si a esto se añaden sus obras literarias, especialmente sus tratados su contribución ha sido inmensa.

1 comentario en "Leon Battista Alberti"

  1. ¿Me pueden decir por favor dónde está ubicada esta escultura atribuída como “autoretrato” de Alberti? Gracias

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