Centro Naval de Buenos Aires

En 1882 un grupo de jóvenes marinos decidieron crear un centro naval en Buenos Aires con el fin de lograr un lugar de reunión de camaradas, dictar conferencias públicas sobre sus inquietudes, temas navales y más.
Luego de varios años de gestiones, se obtuvo el solar de Córdoba y Florida, con destino al Centro Naval de Buenos Aires, el Museo Naval y la Biblioteca Nacional de Marina. En el lugar existía un jardín de venta de plantas, es decir, algo más apenas Centro Naval de Buenos Airesque un baldío sin construcciones previas, como no fuera la pasajera carpa de algún circo y los viveros del establecimiento mencionado.
Obtenido el terreno, se licitó la cons­trucción del edificio, recayendo la elección en el proyecto del Arquitecto D. Gastón Mallet quien dirigió personalmente las obras, iniciadas en 1911 y finalizadas en el primer trimestre de 1914. El estilo es beaux arts francés.
Con el apoyo del Ministro de Marina, el entonces capitán de navío D. Juan P. Sáenz Valiente, una comisión especialmente designada de socios, integrada por los contraalmirantes Eduardo O’Connor y Juan A. Martín y el capitán de navío Daniel Rojas Torres, fue la encargada de llevar adelante el proyecto.
La acción del capitán de navío Rojas Torres fue decisiva, y una Asamblea así lo reconoció especialmente, botándole una medalla de oro en prueba de agradeci­miento. La dirección e inspiración del arquitecto Mallet constituyeron todo un éxito. El edificio resolvió bellamente el seno problema que ofrecía el solar de una esquina rectangular, y el funcionalismo del edificio, así como sus proporciones y detalles lo convierten en una de las piezas de ese Bue­nos Aires del 1914, más significativas y bellas, admiración de muchos de los turistas que pasean por la hoy peatonal Florida.

Centro Naval de Buenos Aires

Centro Naval de Buenos Aires
La hermosa puerta central de la esquina de Florida y Córdoba, con su entrada de hierro y bronce fundida en el Arsenal Naval Buenos Aires, con viejos cañones de las guerras de la Independen­cia, su hall o vestíbulo y la escalera central, más la farola que la ilumina, constituyen uno de los conjuntos más puros de la llamada «belle époque» porteña.



Centro Naval de Buenos Aires
La majestuosidad del edificio, que se asienta en noble zócalo de granito de Córdoba y se eleva en sus siete pisos con su decoración externa original del escultor Luis Trinchero, Inspirados algunos de ellos en los de los salones de la Guerra y la Paz del Pala­cio de Versalles, impone un sello particular que, al par que da fisonomía propia al Centro Centro Naval de Buenos AiresNaval, lo convierte en un punto de orgullo ciudadano.
El salón de fiestas del segundo piso tiene las dimensiones y está inspirado en la Sala de «Antiques» del Museo del Louvre, Se mantienen originales los vestíbulos de todos los pisos. Conserva su traza y decoración originales el cuarto piso (Presidencia, Vice-presidencia, Secretaría y Bibliotecas).
La decoración de los salones y recintos (pinturas al fresco y dorados a la hoja), se mantienen como rara prueba artesanal local, así como sus dos ascensores princi­pales, obra de ebanistería irreemplazable.
El bar se ha modernizado, con gusto marinero, no desentonando con el resto del edificio. El comedor, instalado hoy donde antaño existieran los viejos alojamientos para socios, ha sido realizado con gusto severo y tampoco desentona con el resto de los locales.



El Museo Naval; creado a iniciativa del Centro Naval, y más concretamente, del socio teniente (luego almirante) D. Juan P. Sáenz Valiente, en el año 1892, funcionó en las diversas instalaciones del club, hasta que inaugurada la sede de Florida y Córdoba se instaló en el 1er piso, y más tarde en el cuarto.
Permaneció allí hasta el año 1942, cuando pasó del Centro Naval a depender de la Secretaría General Naval, y fue trasladado a la ciudad de Tigre, donde actualmente funciona.

Pinturas que decoran el Centro Naval de Buenos Aires

Dos obras pictóricas ubicadas en el Gran Salón, poseen especial significación y hasta leyenda propia. Las tablas, que representan dos momentos de la Batalla de Trafalgar, («Media Noche» y «Medio Día en Trafalgar»), forman parte de una serie de doce pintadas por el marinista Caballero De Martino, diez de las cuales forman parte del tesoro artístico del Imperial Greenwich College (Escuela de Guerra Naval de Gran Bretaña). El cuadro oficial de la Batalla de Trafalgar que exhibe el gobierno británico en Londres fue pintado por este gran pintor que viviera en Argentina. En varias oportunidades esas telas han tratado de ser adquiridas por «aparentes interesados» y siempre negada su venta por el Centro Naval.
De este marino, y pintor marinista de nota, se destacan además el gran lienzo de «La Uruguay en el Polo» y el «Combate de Quilmes», ambos en el mismo salón.
El número de cuadros de valor pictórico es grande, a los cuales se agregan otros de valor histórico-afectivo, por ser realizados por el pincel de Oficiales de la Armada Argentina o por mostrar escenas importantes de la historia naval argentina.
En los diversos locales encontramos también tablas de valor pictórico semejante: un muy buen Quinquela Martín (Trabajo en el Puerto) y varios Biggeri.

1 comentario en "Centro Naval de Buenos Aires"

  1. Hoy 18/9/23 entre por primera vez a la sede del Centro Naval . Tuve suerte porque me encontré con dos oficiales , uno encargado del edificio y el otro con más de 40 años en la conducción . Muchísima historia y orgullo de lo que fue nuestra Armada . Le comenté al capitán Ferrari que mi abuelo no pudo dar la vuelta al mundo en la fragata Sarmiento , estaba haciendo la conscripción como telegrafista de la fragata , porque estalló la gran guerra en el año 1.914 y me dijo que en ese año se inauguró la sede . Después estuve con el capitán Thomas que lleva más de 40 años en la directiva de la institución, muchísima historia , me comentó sobre los cuadros de Trafalgar, el Centro Naval tiene uno , y la reina Isabel de Gran Bretaña siempre lo quiso comprar .Tuve además un excelente almuerzo riquísimo económico en in lugar histórico . Saludos

    Responder

Dejá un comentario