El estilo de las cocinas minimalistas debe comprender líneas rectas, colores sobrios y una decoración con escasos detalles. Una cocina minimalista es funcional, sencilla, ordenada y además fácil de limpiar.
Las cocinas minimalistas deben tener muebles de colores monocromáticos básicos. Los más populares son el blanco, el negro y la escala de grises. Las formas cuadradas y rectangulares son las predominantes al igual que la uniformidad de los colores. Los utensilios no se encuentran a la vista, sino que se guardan dentro de los muebles para aportar prolijidad y orden. Los electrodomésticos de tecnología avanzada tienen su lugar dentro de las cocinas minimalistas, pero su diseño debe ser armonioso con el conjunto o también son guardados en el mobiliario.
No existen detalles decorativos más allá de los muebles y los electrodomésticos. Todos los accesorios deben cumplir una función práctica.
En las cocinas minimalistas se prefieren materiales como el cristal y la madera para puertas y vitrinas. Esta combinación favorece la iluminación. Otros materiales combinables son el aluminio y el conglomerado, para muebles y mesadas. Aportan nitidez y luminosidad al ambiente.
La cocina minimalista es una buena opción para espacios pequeños porque genera una sensación de amplitud.