Palacio Chávarri

El Palacio Chávarri es un edificio emblemático estilo renacimiento flamenco de la ciudad de Bilbao. Tiene un impresionante valor histórico, cultural y artístico. Estuvo a punto de ser demolido pero afortunadamente pudo preservarse y desde principios del siglo XX es propiedad del Estado español. Es la sede desde 1943 del Gobierno Civil de Vizcaya.

Historia del Palacio Chávarri

El Palacio Chávarri fue encargado por el empresario bilbaíno Víctor Chávarri Marqués de Triano a fines del siglo XIX. Chávarri junto a su hermano Benigno fueron importantes industriales; los fundadores de los Altos Hornos de Vizcaya que tuvieron su apogeo en la época, por el gran desarrolo industrial de ese entonces.
Nacido en Portugalete, Víctor Chávarri una vez que acabó el bachillerato se trasladó a Lieja (Bélgica) con el objetivo de comenzar sus estudios de ingeniería civil. A partir de su formación académica y de su vocación por todo lo relacionado con el carbón, el hierro y el acero, los hermanos Chávarri fundaron empresas de la importancia de Minas de Triano, Argentífera de Córdoba, Talleres de Miravalles, Industrial Vasco Asturiana Santa Bárbara, etc. Víctor Chávarri también fue Senador y Diputado a Cortes.
La obra de la que se sería su residencia familiar (para los hermanos Chávarri y sus esposas) la encargó Chávarri al arquitecto belga Paul Hankar. También participó del proyecto el arquitecto bilbaíno Atanasio de Anduiza. El edificio se diseñó con el estilo de residencias ampulosas de la burguesía bilbaína pero de estilo flamenco.
Los arquitectos proyectaron este palacio de 3.000 metros cuadrados. La inspiración de Hankar se basó en una obra suya anterior: el Hotel Zegers-Regnard, de Bruselas. Ya que Víctor Chávarri realizó sus estudios en Lieja, Bélgica quería que su casa le recordara, sin reparar en gastos, al estilo del Renacimiento flamenco.
Víctor Chávarri murió a los 46 años de edad, a causa de un derrame cerebral, por lo que tuvo poco tiempo para disfrutar del maravilloso y espectacular palacio que mandó construir.

Arquitectura del Palacio Chávarri

El Palacio Chávarri tiene seis plantas (o pisos) a saber: una planta semisótano, una planta noble en el entresuelo, tres plantas en altura y una última rematada en mansarda.
La fachada tiene una composición asimétrica de su fachada, con abundancia de formas quebradas, piedras de diferente color, gran variedad de ventanas, balcones, miradores y buhardillas, diseño que le confiere destacadasingularidad. En la parte trasera del edificio hay un jardín en el que, posteriormente, se añadieron algunas edificaciones.


El Palacio Chávarri en la actualidad

En 1939, la familia vendió el palacio a una inmobiliaria italiana que pretendía derribarlo para hacer viviendas, pero afortunadamente acabó cayendo en manos del Estado español.
Durante los años 1943 y 1947, el arquitecto Eugenio María Aguinaga reformó las dos viviendas de los Chávarri con el fin de destinarlas a la sede del Gobierno Civil. Su intervención afectó sobre todo a las estancias interiores: se recuperaron las piedras de mármol blanco y rojo de Ereño de los suelos, se edificó una nueva escalera posterior, se acondicionó la planta primera, la planta segunda se dedicó a la vivienda del gobernador civil y la tercera, para vivienda del secretario. Durante todo el proceso de reforma se respetó la cuidada decoración de paredes y techos, así como la de las puertas, chimeneas de mármol y el ascensor con la cabina de madera. La fachada del palacio nunca se alteró.

Interior del Palacio Chávarri

Los afortunados visitantes que acceden al interior del Palacio Chávarri pueden admirar la singular Sala de los Espejos, contigua a lo que fue el despacho de Víctor Chávarri, y otra estancia adyacente recubierta de paneles de madera con motivos indígenas. Un ascensor conduce hasta la primera planta, el piso noble del palacio, donde se encontraba el comedor principal, que conserva aún la mesa original para 20 comensales. El servicio se alojaba en la cuarta planta y los hijos de la familia, en la tercera.



El dormitorio de Víctor Chávarri y Soledad Anduiza, con vestidor, conserva las camas y los sillones originales. Y la Sala de Música, de estilo barroco afrancesado con pinturas en el techo de José Echenagusía, también se mantiene casi intacta.
Además del palacio, la finca incluía un edificio anexo para las caballerizas, los carruajes y la residencia de algunos sirvientes, dependencias que en la actualidad son utilizadas para acoger dependencias como la de Protección Civil.

El Palacio de Chávarri está catalogado como Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento. En 2014, al cumplir el inmueble 120 años, se publicó un libro, “El palacio de los Chávarri” que trata la historia de este espectacular inmueble bilbaíno, escrito por Álvaro Chapa y Susana Chávarri, descendientes ambos de la familia fundadora de los Altos Hornos de Vizcaya.

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