El diseño de etiquetas puede resultar abrumador dada la cantidad de piezas móviles. A diferencia del diseño de logotipos, donde el enfoque generalmente está en un solo elemento, el diseño de etiquetas es el proceso de crear una composición de cinco, diez o incluso quince elementos de diseño.
Para aumentar la complejidad, algunos de estos elementos de diseño a menudo los proporciona un cliente, mientras que otros deben ser creados por uno mismo. Al dominar esta tarea de diseño, la comodidad visual puede ser difícil de conseguir. El diseño de etiquetas de productos es una labor bastante ardua dentro del diseño gráfico.
Una buena etiqueta es la suma de partes que operan juntas. Todas las partes se perciben en el contexto y en relación unas con otras. Por esta razón, es importante colocar todos los elementos de la etiqueta en el tablero de arte juntos antes de comenzar cualquier trabajo de tamaño, ubicación, estilo o tipográfico (ejemplo anterior). Una vez que todos los elementos de la etiqueta están en el tablero de arte, puede comenzar el proceso de bloqueo.
Aquí utilizamos la palabra “bloqueo” para definir vagamente el proceso de barajar, dimensionar de forma burda y organizar tentativamente los elementos de la etiqueta. Es un proceso de exploración de las formas en que el diseño puede combinarse.
Una cosa a tener en cuenta durante el proceso de bloqueo es que el diseño de la etiqueta no es Tetris. Un diseñador no obtiene una mejor puntuación por empaquetar uniformemente todos los elementos de diseño y utilizar todo el espacio disponible.
Una etiqueta cómoda a menudo resulta de un equilibrio entre el espacio vacío y ocupado. En el ejemplo anterior, observe cómo los nombres de los sabores se sienten liberados y libres en el amplio espacio abierto sobre las líneas de información más pequeñas en la parte inferior. Eso es consuelo.
Dado que los diseñadores de etiquetas a menudo no supervisan la producción de impresión ni siquiera ven el producto final, es probable que dimensionen los elementos entre sí sin hacer referencia a la proporción física. En otras palabras, en cuanto al dimensionamiento, si el diseño de una etiqueta se ve bien en la pantalla de una computadora, la mayoría de los diseñadores están contentos.
Desafortunadamente, esto es un gran error. En los medios impresos, el tamaño físico de un elemento de diseño es tan importante como su tamaño relativo, ¡especialmente para la tipografía! El hecho de que sea cómodo en la pantalla de la computadora no significa que será cómodo en el papel. De hecho, a menudo es necesario ajustar el tamaño físico de una fuente después de verla impresa en papel.
Hay otro concepto en el diseño de etiquetas que es la jerarquía en la percepción.
Cuando un consumidor toma un producto de una góndola o estante, existe un orden en el que reciben visualmente los elementos de diseño. Este orden sin duda influye en lo cómoda que se siente una etiqueta, y el diseñador lo controla en gran medida a través de varios parámetros, como el tamaño, el color y el contraste.
Un diseñador experto, manipulará la jerarquía de percepción para entregar elementos de diseño en un orden lógico. Por ejemplo: capturador de atención> nombre de la marca> nombre del producto> información del producto. Esta es una jerarquía cómoda que guía al observador sin confusión. Por supuesto, no siempre es tan sencillo. A veces, el nombre de la marca es el que capta la atención, y así sucesivamente. Ahí es donde entra en juego el instinto del diseñador. Independientemente, la jerarquía de percepción debe tenerse en cuenta con respecto al diseño cómodo de la etiqueta.