Se llama absidiolo, en arquitectura, a una de las capillas absidiales o ábsides secundarios de una iglesia, dispuestos en torno a su cabecera, de menor tamaño que el principal y frecuentemente semicirculares, que casi siempre suman número impar. Los primeros absidiolos no van más allá del siglo VII y su destino parece haber sido para servir como una sacristía y tesoro.
