Las ventanas son elementos complejos e interesantes en el tejido de un hogar. Permiten luz y aire fresco y ofrecen vistas que conectan los espacios interiores con el exterior. Sin embargo, las ventanas pueden ser una fuente importante de aumento de calor no deseado en verano y una pérdida de calor significativa en invierno.
Las ventanas energéticamente eficientes hacen que su hogar sea más cómodo, reducen drásticamente los costos de energía y ayudan a crear un entorno más brillante, más limpio y más saludable.
Las ventanas puede afectar severamente las cargas de calefacción y enfriamiento de un edificio. Hasta el 40% de la energía de calefacción de una casa se puede perder y hasta el 87% de su calor se obtiene a través de las ventanas. Mejorar el rendimiento térmico del acristalamiento reduce los costos de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Acristalamiento y rendimiento térmico
El impacto del acristalamiento en el rendimiento térmico de un edificio es complejo.
A saber:
condiciones climáticas en su ubicación: temperatura, humedad, sol y viento
diseño de edificios: la orientación, la forma y el diseño del edificio
materiales de construcción – la cantidad de masa y aislamiento
el tamaño y la ubicación de las ventanas y el sombreado
propiedades térmicas de los sistemas de acristalamiento.
El impacto del acristalamiento es el resultado de la interacción de todos estos aspectos.