Tiene la forma de una colosal custodia. Se levantó conmemorando la milagrosa aparición, en este mismo sitio, en el año 666 de la Virgen a San Idelfonso al descender del cielo para imponerle una casulla.
Esta escena milagrosa se representa mucho en la Catedral puesto que la adoptó como su principal escudo. En el retablo de esta misma Capilla la esculpió Borgoña, el famoso artista que trabajó parte de la sillería del Coro y dejó trazas de su talento, como veremos en otros sitios de esta Catedral. A su pie está enterrado Felipe de Borgoña.
En la Capilla de la Descensión se guarda y se venera la piedra sobre la cual, según la tradición puso sus pies al descender del cielo, la Santísima Madre de Dios. Puede verse y tocarse a través de una pequeña reja.
Volviendo hacia las capillas, veremos un altar adosado al muro, altar de Nuestra Señora de la Antigua.