La topografía (proviene del griego topos, ‘lugar’, y grafos, ‘descripción’) se ocupa del estudio de los principios y procedimientos necesarios para representar gráficamente la superficie de la Tierra. Esta representación se realiza a partir de superficies planas y pequeñas extensiones de terreno.
En la arquitectura y construcción, la topografía es fundamental para el desarrollo espacial de los proyectos de infraestructura, siendo el suelo o el lote el elemento fundamental para iniciar el diseño. La topografía es esencial para enfrentar un proyecto de diseño, pues conceptos como cotas y nivelaciones, se conjugan al interpretar la información. Los resultados de la ondulación de las curvas de nivel permiten resolver necesidades del arquitecto.
La tarea del topógrafo es previa y/o durante un proyecto arquitectónico. Debe contar con un buen levantamiento plani-altimétrico ó tridimensional previo del terreno y de hechos existentes (elementos inmóviles y fijos al suelo).
Actualmente, el método más utilizado para la toma de datos se basa en el empleo de una estación total, con la cual se miden distancias y ángulos horizontales y verticales. Conociendo las coordenadas del lugar donde se ha colocado la Estación se pueden determinar las coordenadas tridimensionales de todos los puntos medidos.
Con las coordenadas de los datos tomados es posible dibujar y representar gráficamente los detalles del terreno considerados. Además, con las coordenadas de dos puntos se puede calcular las distancias o el desnivel entre los puntos aún sin situarse en ninguno.
El trabajo topográfico se considera inverso al replanteo, porque mediante la toma de datos se dibuja en planos los detalles del terreno actual. En ocasiones, este método se sustituye por el uso de GPS.