Una levada es un canal de irrigación o acueducto construído para irrigar agua hacia un determinado lugar. El origen de esta palabra, procede del portugués levar, el cual significa llevar. Estos acueductos fueron creados principalmente para abastecer a los poblados y también a los sectores agrícolas de estos pueblos.
En Portugal, en la Isla de Madeira, estos canales pequeños irrigan agua a toda la gran isla abasteciendo de esta forma, todas las plantaciones de sus laderas. Inicialmente, una levada conducía agua del oeste al sur de la isla, aunque luego se comenzó a usar como métodos de riego para las plantaciones del lugar.
La construcción de la levada, era realizada antiguamente con madera o también con piedras volcánicas, haciendo que la labor de regadío sea una actividad de índole privado dependiendo casi de manera exclusiva de cada uno de los propietarios de las plantaciones.
En cuanto a su diseño, hay que decir que las levadas, suelen poseer una forma de U, con una pendiente descendiente, la cual permite el recorrido del agua a través de la misma y la recolección de agua de escorrentía.
Las levadas se diseñaban antiguamente de piedra volcánica y/o madera, aunque a partir del Siglo XIX, el estado comenzó a subvencionar la construcción de estas, realizándolas pura y exclusivamente de hormigón. El perfeccionamiento en la construcción de estos canales de irrigación fue avanzando con el transcurso de los años, hasta que comenzó a implementarse como abastecimientos en las nuevas centrales hidroeléctricas.