La madera de cerezo es de textura fina y de grano generalmente recto. Tiene un color pardo rosado al ser cortada pero se oscurece ràpidamente y, después de algún tiempo, toma un color rojo caoba. Su aspecto frecuentemente se ve afeado por la presencia de bandas y vetas gomosas. El cerezo europeo es algo más pesado que el americano e intermedio entre la caoba y el nogal. La madera del cerezo se debe secar con precaución ya que tiende a torcerse, pero, una vez seca, es bastante estable. Por su peso tiene buena resistencia aunque no es particularmente rígida.
La madera de cerezo se sierra fácilmente y puede ser trabajada, tanto manualmente como a máquina, dando un excelente acabado. No se conoce bien su durabilidad pero es mejor no utilizarla en exteriores.
Densidad media al 12% de H: 620 (Kg/m3)
Dureza: Semidura
Velocidad de Secado: Rápida
Defectos de Secado: Deformaciones
Hongos: No durable. Medianamente durable
Insectos: Poco durable. Medianamente durable
El árbol
El género Prunus, de las zonas templadas del hemisferio norte, tiene dos especies de especial interés por su madera, el cerezo silvestre, que se encuentra en gran parte de Europa y en el Asia Menor, y el cerezo negro americano, del este de Estados Unidos. El cerezo silvestre es muy común pero forma un árbol de talla pequeña.
La especie americana es algo mayor, alcanzando alturas de hasta 35 m, con troncos de 35 a 50 cm de diámetro.