Museo Thyssen

Este espectacular edificio ubicado en la zona más céntrica de Madrid, alberga la colección de arte que forjó durante décadas el magnate alemán August Thyssen. El museo alberga en sus salas una de las colecciones más rica y variada de pintura occidental. Van Eyck, Durero, Tiziano, Caravaggio, Rubens, Rembrandt, Canaletto, Monet, Degas, Morisot, Cézanne, Van Gogh, Picasso, Kirchner, Kandinsky, Goncharova, O’Keeffe, Hopper, Dalí y Pollock son solo algunos de los nombres en la extensa lista de grandes maestros que componen sus fondos.

Cuando la Iº Guerra mundial el barón August Thyssen, un industrial millonario alemán que tenía fábricas y minas de carbón amasó una fortuna considerable. En la posguerra el barón decidió comprar obras de arte a precios bajos a aristócratas de toda Europa que vendían sus colecciones, obras de arte que habían heredado para comer. Así se fue formando la colección Thyssen-Bornemisza que después siguió incrementando su hijo, Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza.

Museo Thyssen

Según la web del museo, fue August Thyssen, fundador del imperio familiar quien a partir de principios del siglo XX comenzó a coleccionar obras de arte. August, hizo varios encargos a Auguste Rodin. La colección tiene una variedad impresionante, que la convierte en una verdadera síntesis de la pintura occidental con presencia de la mayoría los estilos del arte europeo y norteamericano entre los siglos XIV y XX. Y pese a que sus pinturas fueron compradas en escasamente dos generaciones y a que no superan el millar de ejemplares, reúne una elevada proporción de obras maestras.

El edificio del Museo Thyssen

En 1988 el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza y el Estado español firmaron un acuerdo por una cesión de 775 obras de la colección con vistas a su venta ulterior. A los fines de gestionar esta empresa, se creó una fundación. Entonces se encargó a Rafael Moneo la remodelación completa del antiguo palacio de Villahermosa para alojarla. Este palacio era la residencia de los duques de Villahermosa, para alojar la obras se llevó adelante una remodelación, en 1984 se hizo una ligera remodelación en la planta baja. El barón también tenía propuestas de Londres para llevar la colección pero le ofrecían un edifico en las afueras y él buscaba un edificio distinguido en una ubicación céntrica.

Museo Thyssen interior
Ceder Villahermosa como sede del Museo Thyssen-Bornemisza implicó despojar al Prado de espacios adicionales que le eran muy necesarios; una deficiencia que dicho museo no resolvería hasta casi 20 años después mediante la ampliación al claustro de los Jerónimos.

Se organizó entonces el complejo traslado de las pinturas desde Lugano y se instalaron en las nuevas salas bajo las directrices del propio barón y de Tomàs Llorens, director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza. En octubre de 1992 el museo abrió al público sus puertas por primera vez y apenas ocho meses más tarde, en junio de 1993, se firmó la venta definitiva de las obras al Estado español por un total de 350 millones de dólares.
La rehabilitación del Palacio de Villahermosa como museo fue diseñada por el famoso arquitecto tudelano Rafael Moneo y las obras se efectuaron con rapidez: la primera piedra se puso en marzo de 1990 y en cuestión de un año el bloque se vació hasta los cimientos y se reconstruyó entero, respetando apenas las fachadas. Ya en 1991 se trabajaba en los acabados, de modo que el edificio ya terminado se presentó a los medios de comunicación en mayo de 1992, si bien la inauguración del museo con las pinturas ya colgadas se demoró hasta octubre del mismo año. El traslado de las más de 700 obras de los barones Thyssen, procedentes de su mansión de Lugano, implicó una compleja logística y fue considerado el mayor movimiento de piezas artísticas efectuado en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Dejá un comentario