El emblemático Museo Nacional de Bellas Artes de la ciudad de Buenos Aires, ubicado en Av. Del Libertador 1473, Ciudad de Buenos Aires, es uno de los museos más importantes de Latinoamérica, contando con la mayor colección de arte argentino del país. Fue inaugurado en 1896, pero su actual sede data del año 1933, en un edificio de 1870, que funcionaba originalmente como la antigua Casa de Bombas -perteneciente a los establecimientos Recoleta de Obras Sanitarias de la Nación- y que fue remodelado por uno de los arquitectos más relevantes del país, Alejandro Bustillo.
Historia del Museo Nacional de Bellas Artes
El Museo Nacional de Bellas Artes fue inaugurado en diciembre de 1896 en el edificio de las tiendas Bon Marché de la calle Florida, hoy Galerías Pacífico. Desde su origen, se planteó como un espacio destinado a albergar arte internacional de todos los períodos históricos, y a promover y consolidar un arte argentino por entonces incipiente.
Hacia 1910, en épocas del Centenario de la Revolución de Mayo, el Museo ya contaba en su colección con piezas de los maestros Francisco de Goya, Joaquín Sorolla y Bastida, Edgar Degas y Pierre-Auguste Renoir.
En 1911, se inauguró la segunda sede del Bellas Artes: el Pabellón Argentino, una estructura monumental que el país había utilizado en la Exposición Universal de París de 1889 y que fue instalada en la Plaza San Martín. Allí, se exhibieron nuevas adquisiciones que ampliaron la colección, como La ninfa sorprendida, de Édouard Manet, y Orillas del Sena, de Claude Monet.
La institución fue trasladada en 1933 a su sede actual: la antigua Casa de Bombas de Recoleta, remodelada por el arquitecto Alejandro Bustillo. Durante esos años, se incorporaron destacadas piezas, entre ellas, Mujer del mar, de Paul Gauguin, Le Moulin de la Galette, de Vincent van Gogh, y Jesús en el huerto de los Olivos, del Greco.
Las últimas décadas del siglo XX acogieron a grandes referentes del arte moderno internacional. Así, se sumaron obras de Pablo Picasso, Amedeo Modigliani, Marc Chagall, Vassily Kandinsky, Paul Klee, Lucio Fontana, Jackson Pollock, Mark Rothko y Henry Moore.
La historia de la producción local también se narra en las salas del Museo, que exhibe un vastopanorama de arte argentino, con obras de sus mayores representantescomo Cándido López, Prilidiano Pueyrredón, Emilio Pettoruti, Xul Solar, Raquel Forner, Grete Stern, Antonio Berni, Alicia Penalba, Gyula Kosice, Marta Minujín, Antonio Seguí y León Ferrari. Además, posee un importante conjunto de arte latinoamericano, que reúne obras de Pedro Figari, Joaquín Torres García, Tarsila Do Amaral, Diego Rivera y Jesús Rafael Soto, entre otras.
En sus más de 120 años, el Museo Nacional de Bellas Artes ha formado una importante colección de más de docemil piezas de diferentes períodos artísticos, nacionales e internacionales, que lo constituye como una de las instituciones culturales más relevantes del continente.
Recientemente, se terminó un nuevo plan de obras de puesta en valor del Museo, que abarcó la totalidad de su envolvente exterior, así como también la refuncionalización de 18 salas, ampliando la capacidad de exhibición en un 78%. Dentro de su programa de responsabilidad social, con un fuerte compromiso y apoyo a la cultura y las artes en ciudades de todo el país, la firma de pinturas Tersuave tuvo una importante colaboración en las obras de restauración.
Tras grandes trabajos de cateos, donde también participaron especialistas del Área de Patrimonio Edilicio, perteneciente a la Dirección Nacional de Patrimonio y Museos -Ministerio de Cultura de la Nación- y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial -INTI-, se establecieron las pautas cromáticas para el pintado de la envolvente exterior del edificio, devolviéndole su color original elegido por Alejandro Bustillo. El color empleado en la fachada es de la carta de la colección Vanguardia de la empresa de pinturas Tersuave, denominado 2197 D-Carrot Cake.
La renovación de la planta baja concretada entre febrero y abril de 2019 responde a un plan de optimización de los espacios del Bellas Artes iniciado en 2016 con las obras de accesibilidad y recuperación del diseño original de Alejandro Bustillo.
Para facilitar el recorrido del público por la planta baja se diseñó un esquema de circulación más eficiente, que organiza de forma cronológica los sectores de exposición, siguiendo un eje de distribución central de las salas. A ello se suman la puesta en valor de la fachada y la apertura de nuevo espacio dedicado a la tienda del museo, ubicado en un lugar privilegiado del hall de ingreso.
En la planta baja, puede iniciarse un recorrido cronológico latinoamericano a partir de la exhibición permanente de arte prehispánico, siguiendo por el arte colonial, hasta el arte argentino del siglo XIX. En el nuevo guión de arte nacional de este período, se incluye la obra “Soldado de la guardia de Rosas” (1842), del artista francés Raymond Quinsac Monvoisin, cedido en préstamo, proveniente de una colección particular. Esta iniciativa tiene por objetivo generar un diálogo entre obras invitadas con el acervo del Bellas Artes.
Los módulos diseñados por Viñoly, Solsona, Sánchez Gómez , Manteola y Salaberry tienen un perfil acorde con las necesidades de un museo y la cercanía suma sentido, además de fortalecer la Milla de los Museos, ese recorrido virtuoso que tiene como punto de partida el Museo Fernández Blanco, de Suipacha y Libertador, y como remate el Sívori, de los bosques de Palermo.