Los monumentos o construcciones megalíticas son grandes construcciones que se encuentran en la zona atlántica de Europa. Los monumentos megalíticos tienen al menos 5000 años de antigüedad. No se sabe quienes los construyeron y ni el motivo, aunque se presumen varias funciones de estos magníficos monumentos prehistóricos.
¿Qué son los monumentos megalíticos?
Los megalitos ilustran la gran mutación en la Historia del hombre, entre los años 6000 y el 2000 antes de Cristo. En ese período llamado Neolítico, nuestros antepasados cazadores recolectores, se hicieron sedentarios. Así mismo inventaron la agricultura, la ganadería y construyeron tumbas para enterrar a sus muertos.
La dimensión simbólica de los megalitos está omnipresente. Se cree que algunas de éstas construcciones megalíticas tienen grabados en la roca de líneas y ondulaciones mientras que otros creen que son rayas de la erosión de la lluvia sobre las rocas.
Tipos de construcciones megalíticas
Menhires
Los menhires son monolitos de uno o varios bloques de piedra de gran tamaño poco o nada trabajados. Son las estructuras más frecuentes de la cultura megalítica.
Dólmenes
Un dolmen, que en bretón quiere decir “mesa grande de piedra” es una construcción que consiste en varias lozas incadas en la tierra en posición vertical y una loza apoyada sobre ellas en posición horizontal. El conjunto de esta construcción megalítica conforma una cámara y está rodeado por tierra de sujeción en muchos casos o piedras que cubren en parte las lozas verticales formando una colina artificial o túmulo.
Aparecieron al mismo tiempo que los menhires. Se han encontrado decenas de miles de estas construcciones megalíticas construidas con megalitos de varias toneladas de peso. Estas cámaras sepulcrales datan de 5000 años de antigüedad, aunque en algunos casos como los Templos de la isla de Malta son de mayor antigüedad. Los dólmenes servían para enterrar cuerpos y en su interior podía haber hasta una centena de cuerpos.
Estructuras ciclópeas
Los bloques de hasta nueve metros de altura incados en la tierra y unidos algunos mediante sillares transversales producen una formación ciclópea que hace pensar que una fuerza sobrehumana pudo colocarlos allí. Se cree que se necesitó una planificación detallada para la construcción de esta formación. No se sabe cuál era la función.
Mil años después los bloques de piedra formaban estructuras más complicadas como las que existen en Carnac al noroeste de Francia, en la que se formaron hileras de menhires de más de mil metros de longitud. En Inglaterra e Irlanda se construyeron círculos y elipses llamados “chromlech” con un diámetro de varios centenares de metros como Stonehenge. El astrónomo norteamericano Gerald Hopkins dijo que Stonehenge servía para calcular los solsticios y equinoccios e incluso para predecir eclipses.