Los denominados pisos flotantes, son aquellos suelos que se colocan sin la necesidad de pegar, atornillar o clavar al suelo, sino que utilizan una serie de encastres para afirmarse sobre cualquier superficie seca y lisa. Generalmente, los pisos flotantes, pueden ser de madera o también de melamina, y los mismos pueden poseer un grosor que oscila entre los 7,5 y los 15 centímetros, la cual lo transforma en una gran opción para renovar tu piso sin la necesidad de modificar el ya existente. Los pisos flotantes, son muy utilizados en la arquitectura, gracias a su económico valor y también debido a su fácil colocación.
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