La arena es un conjunto de partículas de rocas divididas. Una de sus particularidades es que su composición sufre constantes modificaciones, ya que es transportada por el viento y el agua, mutando su color y tamaño de acuerdo a las zonas climáticas donde se encuentra.
En un comienzo estas formaciones son puntiagudas y angulosas, pero la fricción constante de los fenómenos naturales erosiona sus formas originales, hasta llegar a los tamaños conocidos.
Su composición varía según su naturaleza y condiciones de supervivencia. Entre los distintos tipos de arena que se encuentran en la superficie existen: las naturales, las de mina, las de playa y las volcánicas.
Dentro de las arenas naturales, la más común es la arena sílice y por lo general lleva la forma de cuarzo. Resistente a cualquier condición climática existente, posee un tipo de grano muy duro que la hace perdurable. Se encuentra en costas no tropicales y continentales.
Algunos de los minerales que contienen son el zircón, la monacita, el rutilo y la ilmenita. El componente mayoritario de las arenas naturales es el cuarzo mineral.
Las denominadas arenas de playa reciben constante hidratación del mar y contienen sales y restos orgánicos –caracoles, conchas de mar, esqueletos de otros animales- provenientes de las aguas. Dentro de esta catalogación está la denominada “arena blanca”, propia de muchas playas del mundo (zonas caribeñas y del norte de Brasil) y compuesta mayoritariamente de piedra caliza.
En otros lugares hay arena compuesta de hierro, quarzo y hasta yeso. Es la arena de color amarillo intenso, que se observa en las costas europeas del Mar Mediterráneo. Este tipo de especie está catalogada de tipo cuarzoza.
Las arenas de mina se distinguen por sus particulares colores (el gris, el azul y el rosa) y se detectan en el interior de las capas de la Tierra. De escasa visibilidad, sólo pueden rastrearse mediante técnicas de excavación.
Las arenas volcánicas se encuentran en el interior de estas estructuras naturales, y son predominantemente de color negro. En su mezcla con la cal, este tipo de arena forma un material similar al concreto que se denomina arena puzolánica. De allí se extrae la piedra pómez, que se distingue por su porosidad. Es utlizada por los podólogos para las curaciones de cayos en los pies.
De acuerdo al tamaño de su granulado, las arenas varían entre las gruesas, las medias y las finas. Además, muchas sufren un agregado artificial -por ejemplo: cantos rodados de los ríos- que modifica su composición natural. Sus granos oscilan entre una malla de 0,5 mm hasta llegar a los 5 mm.
En las zonas desérticas, donde abunda el suelo arenoso, las partículas no superan los 0,2 mm. Víctima del constante viento que azota a esos sectores, la arena tiene una uniformidad que es su rasgo distintivo.
La arena se utiliza para diversas actividades, ya sea en la realización del cristal como así también como elemento básico para la composición del hormigón, en la actividad de la construcción.
Tipos de arena para la construcción
La arena es un material de construcción clave utilizado en la construcción para una variedad de aplicaciones, que incluyen concreto, mortero y yeso. El tipo de arena utilizada en la construcción puede variar según la aplicación específica y los requisitos del proyecto. Aquí hay algunos tipos comunes de arena que se usan en la construcción:
1. Arena para hormigón: Este tipo de arena se utiliza en la producción de hormigón. Es una arena gruesa que normalmente se lava y tamiza para eliminar impurezas como limo y arcilla. La arena de hormigón se utiliza para crear una mezcla de hormigón resistente y duradera.
2. Arena de albañilería: Este tipo de arena se utiliza en la elaboración de mortero para trabajos de albañilería. Es una arena fina que normalmente se lava y tamiza para eliminar las impurezas. La arena de mampostería se utiliza por su capacidad para adherirse bien al cemento y crear una mezcla de mortero fuerte.
3. Arena de playa: este tipo de arena se encuentra típicamente en las playas y se usa a menudo en proyectos de paisajismo y construcción. Es una arena fina que a menudo se mezcla con otros materiales para crear una base estable para estructuras al aire libre como patios y caminos.
4. Arena de piscina: Este tipo de arena se utiliza en la construcción de piscinas. Es una arena especialmente graduada que está diseñada para estar libre de impurezas y proporcionar un buen drenaje.
5. Arena de juego: este tipo de arena se utiliza en parques infantiles y otras áreas recreativas. Es una arena fina que a menudo se lava y tamiza para eliminar las impurezas y proporcionar una superficie segura y limpia para que jueguen los niños.
En general, el tipo de arena utilizada en la construcción puede variar según la aplicación específica y los requisitos del proyecto. Es importante elegir el tipo correcto de arena para garantizar que el proyecto sea seguro, duradero y cumpla con los estándares requeridos.