La bóveda de cañón es la forma más antigua y primitiva de bóveda. Se trata, en efecto, de una lámina continua que se dobla para crear un efecto túnel. Antes del desarrollo del arco apuntado, este tipo de bóveda era común en las iglesias del período románico, pero quedó prácticamente obsoleto con la introducción de la bóveda de crucería. Su resurgimiento coincidió con el Renacimiento, cuando muchas formas arquitectónicas antiguas experimentaron un resurgimiento.
Las primeras bóvedas de cañón se construían en forma de semicírculo, lo que dificultaba la resolución del empuje de las grandes fuerzas externas inducidas. Estas fuerzas limitan la luz de las bóvedas de cañón a no más de 10 metros de ancho y requieren contrafuertes sustanciales o muros adyacentes extremadamente gruesos. Las bóvedas de cañón también requieren muros laterales continuos, lo que dificulta la iluminación adecuada del interior. Ejemplos posteriores de bóvedas de cañón, como la bóveda del siglo XVI en Ladykirk, Berwickshire, utilizan arcos apuntados, lo que reduce el empuje hacia afuera de la bóveda, aunque esto todavía es menos eficiente que la bóveda de arista, donde las fuerzas convergen directamente sobre los pilares.
Bóveda del piso superior de Santa María del Naranco (Oviedo, Asturias) muy característica del prerrománicu ramirense. La gran sala central, rectangular y cubierta por bóveda de cañón peraltada atravesada por seis arcos fajones que se apoyan en ménsulas y los contrafuertes en el exterior.
Tanto en Edad Media se emplea estas bóvedas, que sustituyen las cubiertas de madera, evitando el riesgo de incendios. Estas bóvedas de piedra, resistentes al fuego, las vemos sobre gruesos muros y pilares con columnas adosadas.
Características de la boveda de cañón
La bóveda de cañón, semicilíndrica, se encontrará reforzada por arcos fajones, que son los que dividen en tramos la bóveda y que descargan su peso sobre los pilares. Éstos, a su vez, estarán enlazados por arcos paralelos al eje longitudinal de la nave, y son los que se conocen como arcos formeros. Por otra parte, la bóveda de arista se origina por la intersección de dos de cañón.
Toma el nombre del arco, excepto si este es de medio punto, en cuyo caso se llama de cañón. Una bóveda de cañón suele construirse con unos arcos de refreno llamados fajones o torales (porque fajan la cubierta), que descansan en pilares o pilastras.
Partes de la bóveda cañón