Casa Milá o La Pedrera

En el Paseo de Gracia en el número 92, se emplaza la Casa Milá o “La Pedrera” (por su aspecto de cantera ondulante) encargo de la familia Milá al arquitecto Antoni Gaudí, tras hacerse célebre la Casa Batlló.

Arquitectura de Casa Milá

Construida en 1912 por Roser Segimon y Pere Milà, el edificio se construyó como dos bloques de viviendas, con accesos independientes, intercomunicados por dos grandes patios interiores y con una sinuosa fachada común que transmite el ritmo interior. Se divide en nueve niveles: sótano, planta baja, entresuelo, piso principal, cuatro pisos superiores, y el ático. La planta baja actúa como el garaje, el entresuelo para el acceso, la planta principal para la familia, y los pisos superiores para alquilar. En la azotea se encuentra la famosa terraza escultórica. Prácticamente, es sede de claraboyas, escaleras de emergencia, ventiladores y chimeneas, pero el revestimiento de cada función adquiere una cualidad autónoma escultórica que se ha convertido en una parte importantísima del edificio en sí.
La gran protagonista de esta creación es, a quien todos quieren ver es sin duda, la fachada; de efecto plástico, debido al juego de convexidades y concavidades con que se exhibe, como si de olas de mar se tratase. Los balcones, en hierro forjado, imitan formas vegetales.

Estructuralmente, el edificio se divide entre la estructura y la piel. La fachada de piedra no tiene ninguna función de soporte de carga. Las vigas de acero con la misma curvatura soportan el peso de la fachada uniéndola a la estructura. Esto le permitió a Gaudí diseñar la fachada sin limitaciones estructurales, y en última instancia permitió su concepción de una fachada continua curva.  La estructura que soporta el techo, también, permite una geometría orgánica. Compuesta por 270 arcos parabólicos o catenarios de ladrillo de altura variable, según la crujía, una especie de estructura de “columna vertebral torácica” que crea una topografía variada por encima de ella.
Casa Milá rompe rotundamente aquellas normas, por las que se conocía a Gaudí hasta ese entonces. ¿Cuánto tiene
de obra religiosa, esta casa comenzada en 1906?.
El proyecto inicial preveía la edificación de toda la isla de casas y no sólo del fragmento que se realizó. El conjunto debía ser un pedestal gigantesco para la figura de la Virgen con que Gaudí pensó presidir el gran bloque. La riqueza y la variedad e recursos desplegados en la obra hacen imposible el comentario. La obra, pese a las grandes innovaciones revolucionarias que introducía fue duramente atacada por la intelectualidad del momento, que consideró demasiado osado lo que hoy se considera la expresión máxima del modernismo catalán.

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