Nicolas Fouquet marqués de Belle-Île, vizconde de Melun et Vaux (23 de febrero de 1615 – 23 de marzo de 1680) Fue el todopoderoso Superintendente de Finanzas del Rey Luis XIV, de Francia, el Rey Sol. Tuvo un crecimiento importante desde su origen de una familia de clase media, por los negocios de su padre hasta manejar las finanzas del reino.
Al imponer una serie de impuestos para sacar de la bancarrota a Luis XIV va adquiriendo mucho poder dentro de la corte. Antes de ser Superintendente compra un viejo chatêau rodeado de tierras sin cultivar. A partir de 1653 comienza a construir el Palacio Vaux le Vicomte, ubicado en la ciudad francesa de Maincy a 55 Km. de París.
Fouquet adquiere las propiedades colindantes, desmantela el pueblo de Vaux y algunas aldeas y bosques, desvía un río y arranca viñedos. También se realizaron trabajos para la captación de aguas. Contrata a los mejores del barroco galo: Luis Le Vau, Charles Le Brun y André Le Nôtre y se rodea de una pequeña corte de escritores, como Molière, La Fontaine, Madame de Sévigné o Madame de Scudéry. El rey visita la propiedad por primera vez en julio de 1659. El 17 de julio de 1660, Fouquet vuelve a acogerle en su casa, de Saint-Mandé.
El 11 de julio de 1661, recibe de nuevo la visita de la Corte. Luis XIV no puede asistir a la fiesta, así que ésta vuelve a repetirse el 17 de agosto. Es una celebración suntuosa, con chorros de agua, fuegos artificiales, un banquete para 1.000 comensales y supervisado por François Vatel, se interpreta la obra de Molière, Fâcheux, creada especialmente para la ocasión. El Rey Luis XIV se enfurece al ver tanto esplendor en casa de Fouquet y empieza a sospechar del origen de tanta riqueza. El ofrecimiento de Fouquet de regalarle Vaux, no hace más que aumentar la irritación del joven rey de 26 años.
El 5 de septiembre de 1661, mientras la Corte estaba en Nantes para la celebración de los Estados de Bretaña, Luis XIV ordenó a su capitán de guardia D’Artagnan que arrestase a Fouquet acusado de malversación.
Jean-Baptiste Colbert controlador de finanzas del Estado y Secretario de la Marina, había denunciado el enriquecimiento de Fouquet al rey y la magnificencia de la fiesta en Vaux le Vicomte no hizo más que incrementar la indignación de Luis XIV, precipitando la caída del ministro. El 12 del mismo mes, Luis XIV elimina la Superintendencia, sustituyéndola por un Consejo Real de Finanzas y ofrece el cargo de Ministro a Colbert, enemigo de Fouquet.
Todas las residencias de Fouquet fueron selladas, al igual que las de sus clientes. Su mujer, hijos y hermanos debieron abandonar Francia. Después del alegato final, de los 22 jueces presentes, solo 9 votaron a favor de la pena de muerte. El destierro gana. La mayoría de los jueces serán severamente castigados, incluso perseguidos intensamente durante años. Luis XIV que pedía la pena de muerte, conmutó la pena a cadena perpetua, por habérselo hallado culpable del delito de peculado y lesa majestad (delitos contra el Rey). Diecinueve años después Fouquet murió en prisión.
Después del juicio, la fortuna del Superintendente fue confiscada en beneficio del Estado, a excepción de los derechos de sus acreedores. Luis XIV puso sus manos en las piezas más bellas de sus colecciones. Contrató para Versalles al brillante equipo de Vaux le Vicomte, Le Nôtre, Le Vau, Le Brun. Los telares de Maincy se unieron a los de los Gobelins, transformados en una fábrica real. En este complejo asunto, donde las ambiciones personales, los intereses del Estado y los violentos resentimientos del Rey jugaron con tanta fuerza, se puede pensar que fue este momento el que causó al Rey Sol el júbilo más intenso: la venganza.
Arquitectura y construcción del Palacio de Vaux-le-Vicomte
Para hacer construir su castillo, contrató los servicios de tres de los más grandes artistas del Gran Siglo: el arquitecto Louis Le Vau, el paisajista André Le Nôtre y el pintor decorador Charles Le Brun. En este lugar, unieron su genialidad para construir un complejo palaciego cuya imponencia y armonía inspiraron a Luis XIV para construir el Palacio de Versalles, (1668-1678) y luego a toda Europa durante más de un siglo.
Los mismos habían construido el Castillo de Vincennes, y el Palacio de Vaux-le-Vicomte servirá de modelo para el Palacio de Versalles. El cuerpo central está coronado por una cúpula, que alberga un salón rotativo, una originalidad inspirada en la arquitectura italiana. El amplio vestíbulo cuadrado ofrece una hermosa perspectiva de los jardines.
El parque Vaux-le-Vicomte se distingue por su perspectiva controlada y en armonía con el castillo. El diseño original fue modificado por orden de Nicolás Fouquet a André Le Notre. Las 40 ha de la naturaleza están marcadas por sistemas hidráulicos que combinan cuencas y juegos de agua. Los juegos ópticos son magníficos e inquietantes.
Después de siglos de existencia, de pasar por varios dueños, de sobrevivir a la revolución francesa en 1789, un industrial del azúcar, Alfred Sommier, adquirió la propiedad en 1875 y encargó a los paisajistas Lainé y Achille Duchêne la remodelación de los jardines. En 1965 el conjunto, palacio y jardines, fueron clasificados como monumento histórico.
Entre Versalles y Vaux que aunque presentan diferencias geográficas, guardan puntos en común en lo que al uso de espacios, dimensiones y trazado se refiere, así como, un juego de luces y sombras empleando los conocidos como bosquets. Estos elementos para crear espacios verdes los aprendió André Le Nôtre de sus antecesores, pero los supo emplear con inteligencia para crear jardines grandilocuentes, de dimensiones descomunales pero justificadas y en perfecta armonía. Vaux ya contaba con unos límites dominados por un paisaje con vegetación abundante que hacen los jardines algo más íntimos y personales, si es posible, que Versalles. Este último se cultivó en un espacio cuyos márgenes carecían de vegetación pues la intención del jardín real nunca fue que hubiera discreción, al contrario, se procuró dejar patente el dominio absoluto de un monarca sobre todas las cosas.
La confrontación a la abundante vegetación de Vaux le Vicomte se produce con unos parterres que rompen el desorden del bosquecillo aledaño con su perfecta geometría. Figuras vegetales recortadas con extrema precisión y estanques circulares desafiantes al caos natural exterior pretenden reclamar un supuesto dominio, pero la realidad es que no son más que la manifestación de las emociones de hombres que por envidia y soberbia crearon unos lugares ejemplares.
Juegos de óptica
Le Nôtre, dominaba de modo indiscutible las falsas perspectivas y simetrías y los efectos «sorpresa». En este sentido, Vaux le Vicomte es un ejemplo en su género: sutiles ilusiones ópticas hacen creer al paseante que las distancias son más cortas de lo que son.
Así las dimensiones de los estanques parecen iguales desde el palacio, las fuentes aparecen alineadas sobre las líneas de fuga y los arriates están calculados para compensar los efectos deformantes de la perspectiva, de manera que nunca el jardín nos produce la idea de ser desmesuradamente grande, a pesar de la inmensidad de sus dimensiones.
Estos efectos ópticos, están reforzados por los espejos que forman de cada uno de los estanques y las falsas visones que obtenemos sobre los elementos de agua a medida que nos movemos por el jardín. De esta manera, los estanques del extremo de los parterres parecen alimentarse de las aguas provenientes de las grutas y la canalización de un pequeño arroyo que cruza el jardín, consigue crear un gran canal de agua que se nos aparece de repente, impidiéndonos el paso hasta el final del eje.
Referencias:
https://es.wikipedia.org/wiki/Nicolas_Fouquet