El arquitrabe también llamado epistilo es la parte inferior del entablamento que apea directamente sobre columnas, pilares, pilastras, jambas o cualquier otro pie derecho.
Su función de dintel transmite a sus apeos el peso del propio entablamento, el de un posible piso superior y el de la cubierta.
El arquitrabe es propio de las construcciones grecoromanas, también en las egipcias, y forma parte del entablamento compuesto por las siguientes partes: arquitrabe, friso (que a menudo tenían un frontón triangular) y cornisa.
El arquitrabe es el elemento constructivo que descansa inmediatamente sobre los capiteles de las columnatas. Su función estructural es servir de dintel para repartir el peso de las cubiertas a las columnas. Las estructuras arquitrabadas se caracterizan por su horizontalidad y sus líneas rectas. En el orden dórico el arquitrabe suele ser liso mientras que en el jónico y el corintio suele componerse de tres franjas paralelas superpuestas llamadas platabandas. A partir del período románico comenzó a dejarse de lado el arquitrabe en construcción debido al interés de conseguir luces más amplias entre columnas comenzando a emplear el arco de medio punto en detrimento del arquitrabe.
A las estructuras arquitrabadas también se las denomina estructuras adinteladas que es la opuesta a una estructura abovedada (que utiliza bóvedas para la cubierta y arcos para recoger el peso de la parte superior) mientras que el arquitrabe funciona de diferente manera. El arquitrabes es una estructura muy simple y horizontal que tiene por función transmitir el peso de la parte superior a las columnas.
Los romanos usaron estructuras arquitrabadas que complementaron con el uso de arcos y bóvedas en el interior de sus edificios.
